La primera condición es que implique AUTORRESPONSABILIDAD por tu parte. Debes poder hacerte cargo de ese deseo o meta, y ser parte activa de su autorrealización. ¡Ha de ser absolutamente RETADOR! Ese deseo debe suponer todo un DESAFÍO para ti. Ha de sacarte del área de confort, empujarte a sacar recursos que creías no tener y a crecer mientras lo persigues. Que esté formulado en POSITIVO. Nuestro cerebro sólo percibe la orden, pero no la negación. Así que enfócate en lo que quieres lograr y no en aquello de lo que quieres rehuir. Que sea CONCRETO. Cuanto más nítida y precisa sea tu meta, mayores serán las probabilidades de éxito, más fácil te será conseguirla. Debe ser MEDIBLE . Ha de ser cuantificable y que permita valorar su evolución en el tiempo. Ese deseo o meta ha de tener fecha límite para su consecución. Si esta es muy grande o ambiciosa, es bueno que podamos dividirla en submetas con sus plazos correspondientes. De esta forma será mucho más fácil el seguimiento.