¿Desempleado o Desalentado?


imgpress-1Los últimos informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la agencia de la ONU sobre empleo, apuntan un dato estremecedor , el desempleo global se extenderá a más de 200 millones de personas durante este año, – considere que la población económicamente activa en todo el mundo es de algo más de 3,2 mil millones de personas-, lo que significa que habrá al menos un 6,2 % del total de personas en el mundo que pudiendo trabajar no lo hacen.
Pero no acaba aquí la cosa, la misma organización estima que el número de las personas que dejan de buscar trabajo también crece, lo que significa , a efectos de esta moderna superstición que tenemos de no dar valor a aquello que no se puede medir en cifras, que esas personas ya no son catalogadas como desempleados. Son personas, -en palabras del director ejecutivo del sector empleo de la OIT, D. José Manuel Salazar-Xirinachs-, que han perdido la esperanza, que han decidido dejar de buscar trabajo y por lo tanto ya no son contabilizados como desempleados sino como “desalentados”.
Curioso término éste de “desalentados” , que califica una determinada clase de personas y que pone el acento del problema más en quien lo sufre qué en quien lo genera. El caso es que este ejército de desalentados se cifra en nada menos que 67 millones de personas, – ahí es nada-. Pero como la integridad , a veces no es más que un compromiso académico o científico con la verdad , parece que no nos debemos de preocupar ya que según el mismo informador , la llamada “tasa de participación de la fuerza laboral” que mide la proporción de la población en edad de trabajar que está empleada o buscando trabajo se ha mantenido estable en los últimos años alrededor del 64 %, -¡ bendita sea la tasa!.
Ya lo ven , el telón de fondo de los acontecimientos mundiales puede ser mostrado de muy diferentes formas. No hay mucho que admirar en la dichosa tasa, pero es el remedio adecuado para inhibirnos del desastre humano que contempla esa otra categoría oficial de “desalentados”. No sé a ustedes, pero en mi opinión, el término es poco afortunado.Cualquier simpatía que se pueda sentir por el desempleado puede ser debilitada o estrechada si oficialmente pasa a ser desalentado. La distancia con el desalentado ya no es sólo física , es también psicológica, queda más lejos, a dejado de ser algo que solucionar.
Simón , uno de nuestros clientes que llevaba buscando trabajo algo más de 12 meses, al igual que la mayoría de las personas que se encuentran en esa situación, comenzó su búsqueda con gran optimismo, sin embargo hace tiempo que se ha rendido. Aunque de manera oficial sigue en ese eufemismo conocido como  ”búsqueda activa de empleo” , le ha entrado una repentina preocupación por atender otro tipo de intereses . – Tengo que poner en orden ciertas cosas en mi vida, empezaré por redecorar la casa-, dice.
Se pueden identificar algunos perfiles genéricos de buscadores de empleo frustrados.Uno de ellos sería ese tipo de personas  educadas en la cultura de la autosuficiencia , donde los hábitos adquiridos y el orgullo son poderosas fuerzas que les empujan a hacer las cosas a su manera. Estiman que son mejores de lo que realmente son y sobre todo mejores que los demás, lo que normalmente les conduce a preparar en menor medida que sus competidores algunos elementos importantes en el proceso de búsqueda, saben sin ningún género de duda qué y cómo hacer para que les contraten de nuevo, sin embargo no lo consiguen. Presentan por lo general un currículum poco atractivo, carente de brillo personal, repleto de clichés y convencionalismos , prestan poca atención a los mensajes que el mercado lanza sobre estos asuntos y sin darse cuenta pasan de una búsqueda activa a una búsqueda básicamente instintiva.
Otro perfil que suele llevar  a la frustración de la búsqueda de trabajo es el de los “angry  job hunters” personas constantemente enojadas y cabreadas con el sistema. Los blogs están llenos de este tipo de gente que suele expresar su irritación con mensajes llenos de pesimismo. Para ellos la discusión no tiene alternativa, el vaso siempre estará medio vacío y esa filosofía es la que alimenta una búsqueda de trabajo que aún pudiendo ser activa es, naturalmente,  larga y dolorosa. Suelen llegar al convencimiento de que nada funciona y en ocasiones se aferran a las cartas de rechazo de su candidatura para demostrarse a sí mismos la fractura del mercado.
Finalmente podemos destacar quienes se toman al pie de la letra el adjetivo que acompaña a la búsqueda, -activa-. Horas y horas confeccionando listas de contactos a los que nunca llaman. Saben que necesitan hablar con esa gente, pero es más fácil y menos comprometido mandar un email adjuntando su currículo. Sentados en su casa frente a la pantalla del ordenador , hacen de la búsqueda activa una ocupación, un trabajo, utilizan todas las redes sociales a su alcance, envían innumerables mensajes.  Confían plenamente en  la interacción social a través de la red  como única herramienta , es su zona de confort, evitan el contacto personal , no toman riesgos y ello no les deja ver  que la búsqueda de trabajo sigue siendo un proceso ultra extrovertido de contacto humano.
Recuerde que los empresarios más hábiles tienen la sensación de qué la forma en la que uno busca trabajo es también una forma de predecir la manera en la que uno actuará en su puesto de trabajo. Estar desempleado es sólo una circunstancia, estar desalentado es una condición. ¡ No te rindas ! ¡Sólo quien se da por vencido está perdido!.















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