Reflexiones: No sé qué puedo estudiar

Reflexiones: No sé qué puedo estudiar
Una carrera o una diplomatura, un oficio, sólo aportan la máxima rentabilidad económica y personal cuando están en sintonía con los talentos y con la personalidad de cada uno.
 
La Revolución Industrial abrió un campo infinito de posibilidades de trabajo. Las gentes, en su afán por salir de las penurias del campo, se apuntaban a cualquier condición laboral. Los grandes magnates se posicionaron como tales porque se apoyaban en el trabajo a destajo, en condiciones infrahumanas, en beneficios económicos superlativos. Los empleados aguantaban carros y carretas porque creían que eso era lo mejor para ellos y sobre todo, para sus hijos, para el futuro de sus hijos.

Sin embargo y como en tantas ocasiones, unas creencias erróneas conducen imperativamente a acciones erróneas. El trabajo no es lo más importante de la vida, por el trabajo no se puede perder la vida. Los ricos y poderosos no tienen la fortuna a su favor. No tenemos más límites que los que nos creemos, todos podemos ser quienes queramos. Eso sí, con determinación, pasión, valentía e inteligencia.

En la escuela no transmiten estos conceptos –salvo en raras excepciones- sino el adoctrinamiento para la obediencia de los que están en el poder, para buscar el sentido de pertenencia en el grupo en vez de en uno mismo, para seguir las ideas que otros proclaman en lugar de cuestionar las cosas, los sucesos y tomar decisiones por nosotros mismos.

Las religiones abundan en el mismo adoctrinamiento: esta vez hacia un dios específico, seguir unas normas de comportamiento concretas que aseguran la llegada a cualquiera de los paraísos que prometen que existen tras la muerte.
De manera que históricamente casi nadie –excepto los genios- ha dedicado su vida a trabajar en lo que le apasiona, para lo que tiene talento, sino más bien a trabajar en algo que permita llegar a viejo antes de palmarla. Y si eres mujer, sólo hasta mediados del siglo XX se ha entendido que puedes "trabajar" cobrando (porque para sostener la familia y tanto que ha trabajado la mujer) y actualmente, aún muy pocas mujeres cobran el mismo salario por el mismo trabajo, que los hombres.

En las condiciones socio-económicas que estamos atravesando, muchísimos jóvenes no tienen ni idea de cómo sobrevivir, pero no sólo ellos sino muchas personas que han visto derrumbarse lo que creían que era inamovible y ahora están desorientadas, sin saber hacia dónde conducir sus esfuerzos por encontrar un trabajo, para poder seguir ganándose la vida.

Eduardo Galeano, describió en uno de sus artículos la ley del Terror que los medios de comunicación difunden, sirviendo a los grandes lobbies mundiales, y es que no vas a encontrar trabajo ya, has de tomar cualquier cosa que se le parezca o no sobrevivirás. Esto hace que cambien los valores completamente, que viejos y jóvenes luchen o se rindan pero en cualquiera de los casos con un coste emocional bárbaro que va a impedir que tengan éxito.

coladelparo

Dice un refrán que cuando tocas fondo es bueno, porque sólo hay una dirección hacia la que ir, y es hacia arriba. Estos años de cambio en el paradigma del mundo, que nos han dejado sin recursos para salir adelante porque nada de lo que conocemos sirve (por ejemplo, los Currículum, ahora ya son vídeo-currículum) es un poco como haber tocado fondo en la economía a nivel mundial. Tal vez, si somos listos, podamos aprovechar esta circunstancia tan adversa a nuestro favor. Quizás ir hacia arriba signifique crear un nuevo paradigma que se parezca a yo trabajo y me gano la vida haciendo lo que amo.

Cuando usamos los talentos con los que hemos nacido (y hemos dedicado tiempo a adquirir las habilidades que conlleva poseer ese talento) y nos apoyamos en los rasgos de nuestro carácter y de nuestra personalidad y buscamos que armonicen, entonces desaparece la división entre trabajo y no trabajo y la vida fluye pacíficamente a través de nosotros. Porque nos dedicamos a lo que amamos, porque aprendemos constantemente, porque disfrutamos ya sea haciendo esas acciones o haciendo otras, que también amamos. Unas dan dinero claramente, las otras también dan dinero pero de un modo más indirecto. Trabajar desde casa, o poder trabajar desde cualquier lugar. Crear una profesión que me lleve a viajar mucho porque esto es lo que me gusta, o me conduzca a vivir en las montañas o en los valles, porque allí es dónde me gusta vivir. Relacionarme con mucha gente porque me encanta o relacionarme con menos gente porque eso es lo que prefiero. Usar más mi parte creativa o más mi parte práctica, o ambas según proceda.

Internet ha revolucionado el mundo –por eso tantos intentos de limitarla, pero es imposible- y ahora nacen nuevas maneras de ganarse la vida, de ayudar a las personas, de ser solidario, inventivo. Desenmascarar corrupciones, maldades y también que todos tengan la libertad de decir lo que piensan, aunque todo el mundo (virtual) esté en contra.

Así que es tiempo de plantearse nuevas preguntas:

   -   Qué me encanta hacer
   -   Cómo puedo conseguir que eso que me encanta hacer me de dinero
   -   Cuáles son mis talentos y como puedo desarrollarlos
   -   Quién soy y en qué me apoyo para crearme una vida muy parecida a la que yo quiero
   -   Qué puedo estudiar que me ayude a alcanzar esta forma de vida


Fabrica de talentos

Ahora ya está caducado el trabajo indefinido. El trabajo seguro, como las oposiciones, ya no aseguran nada. Las pensiones de jubilación tocan techo ¿qué hacer?

Ser valerosos y dejar de creer las mentiras –las nuevas y las viejas- sobre lo que es trabajar y lo que es la vida. Cuestionarnos las cosas. Ser leales a lo que somos, a lo que amamos, a nosotros. Formarnos intensamente pero no en la carrera de papá o en lo que desean los papás, sino en desarrollar mis talentos (sea la contabilidad o navegar en un velero). Claro, averiguar cuáles son mis talentos. Detenerme a ver quién soy yo. Pedir ayuda si la necesito (y casi siempre la necesitamos en esta tesitura). Fijarme en lo que siento y dedicarme a aquello que me hace sentir vivo, que me entusiasma, que me da energía, pasión. Juntarme con otras personas que hacen lo mismo que yo para alentarnos mutuamente. Soñar en grande, actuar con perseverancia, ser sordo a los mata-sueños de turno que hallemos en nuestro camino. Ser fieles a nosotros mismos y confiar ciegamente en quienes somos. Ser siempre enormemente grandes, comparados con nuestros miedos. Sonreír todos los días muchas veces.

¿Tienes más claro lo que vas a estudiar? Ánimo, cada día tienes al menos, una nueva oportunidad...

Susi Grau

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FUENTE: YAMLOSE



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